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Esta web está dedicada a emprendedores y en concreto a emprendedores digitales.
Y una de las consecuencias más comunes que lleva asociada esta decisión es la libertad total de definir el lifestyle que quieres vivir.
Nosotros nos ponemos nuestras propias normas y diseñamos nuestra vida laboral en función de nuestras aspiraciones vitales.
Mola, ¿no?
Yo creo que sí, y es por ello que decidí dar el paso de empoderarme de mi vida por completo.
Sin embargo no todo es tán sencillo, y hay luces como hay sombras.
Hace unos días releí un artículo que escribí hace algún tiempo sobre el impacto brutal que han tenido las “nuevas tecnologías” en el lifestyle de muchísimas personas en todo el mundo y volvieron a surgirme varias dudas.
¿Nuestros deseos son de verdad nuestros, o deseamos lo que otros esperan que deseemos?
¿Estamos viviendo de verdad la vida que nos gustaría vivir?
¿Qué influencia tiene la autopercepción de nosotros mismos en nuestros objetivos?
Son cuestiones complicadas, pero es que nadie dijo que la vida fuera algo sencillo.
A mi es un tema que me apasiona.
¿Te apetece que profundicemos un poco?
El origen del problema: la libertad.
Como decía hace unas líneas, el problema de decidir el lifestyle que queremos es algo muy reciente.
Hasta hace muy poco tiempo todos el mundo tenía muy claro cómo iba a ser su vida.
Imagina el hijo de un agricultor que hubiese vivido hace 50 años en un pequeño pueblecito perdido de la madre de Dios.
¿Qué sueños tendría?
Pues casarse con la Paquita, comprarse una buena casita, tener una casa decente o que su equipo ganase muchas ligas.
Cosas de ese estilo.
Pero en lo que a su estructura vital se refiere no tendría ninguna duda.
Trabajaría en las tierras de su padre, ganaría un dinerillo, se casaría, tendría hijos a los que le enseñaría el oficio, etc.
Pero no tendría la libertad de definir su lifestyle de manera autónoma.
De hecho es algo que ni siquiera se plantearía.
Me gustaría aclarar que existen dos tipos de libertad: la material o la subjetiva.
La primera es a la imposibilidad física de hacer algo.
-Yo soy un hombre, no tengo útero, así que nunca tendré la libertad de engendrar una criaturilla.
¿Se entiende la idea?
El otro tipo de libertad es la autopercibida.
Esta es más chunga, ya que aunque en principio sí podría realizar una determinada acción, no lo hago por presiones exógenas o endógenas.
-Mi familia ha acordado con la familia de la Paquita que nos tenemos que casar. Desde pequeños los dos lo tenemos claro, así que entendemos que no tenemos la libertad de elegir otras parejas.
Se trata de una libertad psicológica por así decirlo, pero no una imposibilidad insuperable.
Otra derivada es el desconocimiento.
Si vivo en un pueblo de 500 habitantes y sólo tengo contacto con ellos pues acabaré haciendo lo que hacen todos.
Ni siquiera tendré la libertad de elegir otro lifestyle porque la vida del 100% de las personas que conozco tienen una estructura vital homóloga.
Por lo tanto no seré libre por motivos externos, sino propios.
La ignorancia ha sido, es y será la mayor culpable de la falta de libertad.
Parece una tontería pero no lo es ni mucho menos.
La mayoría de las barreras nos la ponemos nosotros mismos.
¿Te pondrías una camiseta naranja con unos pantalones rosas? ¿Te pondrías calcetines con sandalias?
En realidad somos libres de hacerlo en sentido estricto. Nadie va a meternos en la cárcel por hacerlo (aunque quizás debieran 😉 ).
Pero no lo hacemos porque nos han enseñado y hemos interiorizado que “eso no se hace”.
Y son cortapisas propias de cada grupo sociocultural.
Si hubieses nacido en los fiordos noruegos, no solo te pondrías esos calcetines sino que además serían blancos par más inri. 🙂
Pues bien, como pregonaba Dylan ‘The Times They Are a-Changin‘, que es más o menos lo mismo que lo que decía el aforismo de Heráclito de “no se puede entrar dos veces en el mismo río“.
Las cosas cambian, y teniendo en cuenta que estamos viviendo la mayor revolución de la historia de la humanidad, las cosas cambian mucho más, y más deprisa.
La difícil tarea de elegir el lifestyle que quieres vivir.
Pues si. Las cosas cambian y cambian mucho.
De hecho cambian más que nunca. Es lo que tiene el crecimiento exponencial. (Algo que no siempre siempre es bueno como nos cuenta el señor Suzuki en este video sobre el crecimiento exponencial de la población mundial)
Algunos responsables directos de toda esta revolución que estamos viviendo son precisamente las redes sociales.
¿Recuerdas ese muchachito que vivía en su pueblecito y que no tenía información del resto del universo?
Pues ahora ese muchachito tiene Wifi en su casa y se ha echado una novia eslovaca con la que hace guarrerías por la webcam.
Aunque no sólo eso. Habla en foros de sus aficiones, comenta en blogs de personas de la otra parte del mundo y tiene más amigos en su Facebook que personas físicas.
O sea, ese chico empieza a recibir toneladas de información del resto del mundo y ve que otras muchas diferentes formas de vivir son posibles.
¿Y qué pasa?
Pues que empieza a soñar…
-¿Y si me dedico a ver mundo? ¿Me hago youtuber y me gano la vida subiendo videos absurdos? ¿O monto una tienda online de piezas para tunear las motillos?
Las posibilidades son ingentes y por lo tanto cada vez es más difícil elegir.
Si hace 100 años te decían “niño, tu vas a ser carpintero como tu padre y como tu abuelo”. Pues ya está. Problema resuelto. Te hacías carpintero.
Pero ahora es bastante más complejo. (Para lo bueno y para lo malo)
Ahora casi todos tenemos la libertad de elegir cual va a ser nuestro camino y son tantas las opciones que es realmente difícil decantarse por uno u otro.
Es algo natural y de hecho es un proceso que está muy estudiado.
Incluso podemos llegar a lo que se llama inacción por indecisión y es algo que a todos los emprendedores nos pasa constantemente.
-¿Qué dominio elijo para mi web? ¿Cuanto cobro por mis servicios? ¿Debería invertir en una campaña de Marketing Online?
Y es bastante jodido porque al final supone una pérdida de tiempo inmensa.
La inacción por indecisión es uno de los mayores ladrones de tiempo para los emprendedores.
Partiendo de la base de que la perfección no existe y que muchas veces es imposible saber los resultados de una u otra elección, en muchas ocasiones es muy aconsejable no darle más vueltas, taparse la nariz y tirarse a la piscina sin más preámbulos.
Y es algo extrapolable a todos los ámbitos de la vida.
Sarna con gusto no pica. Elige tu lifestyle con lusión 🙂
¡Benditos problemas! ¿No te parece?
Es posible que estés en el momento de elegir el lifestyle que quieres para tu vida y que estés pensando “que mamón”.
Y lo entiendo.
Elegir el lifestyle que quieres no es nada fácil entre tantas posibilidades.
Pero recuerda una cosa:
Los emprendedores no queremos una vida fácil. Queremos una vida interesante.
Aún así me gustaría compartir contigo algunos pensamientos que a mi me ayudaron y espero que a tí también te sirvan.
- El lifestyle que quieres vivir no está escrito en piedra. Precisamente si eliges el camino de trabajar para ti conseguirás una gran libertad personal. No se trata de aprobar unas oposiciones y tener una plaza fija para el resto de los días.
Cuando te canses de tu lifestyle, lo cambias. Si no te convence, lo cambias. Si te da la gana, lo cambias. - Es imposible que puedas prever cómo vas a amoldarte a tu nuevo estilo de vida. Es posible que aciertes y estés en la gloria y es posible que no sea así. No te esfuerces demasiado en anticiparte a vicisitudes imprevisibles. Toma una decisión y actúa. Siempre hay tiempo para pivotar y adaptar tu proyecto a tus necesidades personales.
- Ilusión. Esa es la gran palabra. Plantea tu proyecto con una ilusión infinita. Disfruta de cada etapa. Aprende, trabaja, lucha. Pero siempre con una sonrisa en la boca. Nadie te obliga a ser tu propio jefe. Lo haces porque te ilusiona, porque crees en ello, porque te da la gana. No pidas perdón ni permiso. Haz las cosas con corazón y todo irá bien.
- No tengas miedo a equivocarte. La única forma de no hacerlo es no hacer nada. Todos los emprendedores nos pasamos la vida tropezando con todas las piedras habidas y por haber. No pasa nada, así aprendemos.
Y poco más tengo que decir.
Elegir el lifestyle que quieres vivir es complejo. Posiblemente no conozcas a mucha gente que haya dado el paso que estás dando tu. También es posible que te sientas sól@ a veces.
Sin embargo no lo estás, somos millones y si estás leyendo esto tu también eres la resistencia.
Espero que te haya sido de ayuda y aquí estamos para lo que quieras. 🙂
¡Vaya artículo Kiko! Me ha encantado. Es supermotivador! 🙂
Yo me encuentro precisamente en el momento de saber que quiero cambiar mi estilo de vida. En realidad ni siquiera tengo claro de cómo quiero que sea en el futuro. Lo que tengo claro es que no quiero que sea como es ahora. 🙁
Yo estoy empezando con una página web mientras que tengo mi trabajo de … . Pero tan pronto como vea que puedo más o menos ganarme la vida con esto pienso en dejarlo y vivir como yo quiera.
¡Estoy superilusionada! Aunque también es verdad que me da un poco de miedo.
¡Muchas gracias por tus artículos!
¡Me alegro mucho de que te haya gustado Tamara y me alegro de que hayas tomado la iniciativa!
La vida es muy corta para gastarla en hacer cosas que no nos interesa, rodeada de personas que no nos hacen felices y pensando que podríamos hacer algo diferente.
También me parece inteligente tu estrategia. Me refiero a empezar tu proyecto mientras estás trabajando. De todas formas tienes que tener en cuenta de que te supondrá un sobreesfuerzo que tendrás que mantener.
Empezar un proyecto online requiere mucho tiempo y trabajo, y tendrás que sacrificar tiempo de ocio y de otras cosas que te guste hacer.
Pero está genial, cuando veas que empiezas a tener medianamente tráfico, da el paso y céntrate al 100% con tu proyecto. Ya verás que creces mucho más rápido que si lo haces sólo a tiempo parcial.
Y por cierto, no te preocupes por no tener claro cuál es el lifestyle que quieres vivir. De hecho es algo dinámico y no siempre querrás tener el mismo estilo de vida.
A mi me pasa lo mismo, hay veces que me apetece viajar más y viajo, y otras que me apetece un poco más de estabilidad y me quedo quieto.
La gracia del emprendimiento online es precisamente tener la libertad de elegir tú cómo quieres vivir.
¡Muchas gracias por el comentario!