El tema de las taxonomías dentro de nuestra estrategia de creación de contenidos para SEO, bien merece que nos sentemos y reflexionemos ampliamente sobre ella porque tendrá un impacto realmente importante en la indexabilidad de nuestros artículos en la web.
Hace un tiempo escribí un artículo explicando qué son las taxonomías de nuestra web, pero en esta ocasión hablaré de algo mucho más concreto. Hablaré de por qué en mi opinión no deberías indexar las etiquetas de tu proyecto web.
Al menos, si no tienes muy claro cómo quieres que sea tu estrategia SEO.
Y este matiz es muy importante, ten presente que:
Las taxonomías de nuestro blog son un arma de doble filo. Pueden ser treméndamente potente en manos de expertos en SEO, pero un desastre usadas por manos inexpertas.
Y dado que este no es un blog de SEO especializado, imagino que tú no formarás parte del primer grupo, así que te invito a que te tomes unos minutos en leer éste artículo porque te puede ahorrar bastantes quebraderos de cabeza.
Índice de contenidos:
Algunos motivos por los que no debes indexar las etiquetas en tu web.
Las taxonomías sirven para ordenar el contenido que crees en tu blog.
Esta es la definición estricta de la palabra taxonomía, pero en términos de SEO, tiene algunos efectos secundarios muy interesantes, o muy nocivos para tu proyecto online.
Veamos.
Normalmente creamos etiquetas al tuntún.
Si bien es cierto que con las categorías casi todos somos un poco más cuidadosos e intentamos sacar (o deberíamos hacerlo) la correlación entre el número de búsquedas que una determinada keyword tiene, y su competencia para poder rankear nuestras palabras clave.
Las etiquetas las creamos bastante a lo loco.
Escribimos un artículo y las metemos a “cascoporro” porque “pegan”. Cómo si el mundo se fuera a acabar. Como es gratis…
Lo cual conlleva ciertos peligros bastante importantes.
TODO lo que hagas en tu web tiene que tener un motivo detrás que lo justifique. Si no lo tiene, no lo hagas.
Riesgo inmenso de contenido duplicado.
Sabemos que Google penaliza cuando existen dos urls con el mismo contenido. Ya sea entre dos dominios distintos como dentro del mismo dominio.
Si no vamos analizando que diferencias de contenido hay entre las diferentes urls creadas podemos acabar metiendo la pata hasta el corvejón.
Si no vamos a tener cuidado en este aspecto, es mucho mejor no indexar las etiquetas.
Te pongo un ejemplo de lo que digo, imagina que en mi blog yo tengo las etiquetas “SEO” y “posicionamiento en buscadores”. Todo lo que vaya a una etiqueta, irá a la otra, por ende, tendré dos urls con exáctamente el mismo contenido, lo que me llevará a una penalización por contenido duplicado.
Normalmente este ejemplo no se suele dar, pero si es muy común en etiquetas de distinto nivel de profundidad. Por ejemplo, creo la etiqueta WordPress y la etiqueta plugins. Al final resulta que sólo hablo de plugins, por lo tanto, Google me castiga por tener los mismos artículos en dos páginas de archivo distintas.
Urls basura, o ni siquiera eso, urls vacías.
Otros dos problemas que conlleva el no tener totalmente controlada las taxonomías de tu web es precisamente el tema del contenido que en ellas aparece en realidad.
Por un lado nos encontramos con etiquetas que tienen la “descripción de un solo artículo”, y que además no cambia a lo largo del tiempo, entonces tendremos una url con 100 palabras, que además no estarán ni optimizadas, ni tendrán nada que ver con nada.
Como puedes presuponer, esa url no te va a posicionar en la vida, y le quitará fuerza a otras partes de tu web más interesantes para SEO.
Pero incluso aunque tengas varios artículos y sumes una cantidad de palabras interesantes. Si no tienes cuidado sobre lo que aparece en esas “descripciones” del artículo, al final tampoco te valdrá para nada bueno.
Me explico.
Imagina que decides que aparezcan las 100 primeras palabras del artículo. Si no tienes cuidado con eso, al final vas a indexar un montón de “buenos días”, “cómo estas hoy”, y frases de bienvenida parecidas.
Personalmente siempre elijo que aparezcan los extractos en las páginas de archivo.
Degradas la fuerza que te ofrece el enlazar internamente.
Una de las ventajas más interesantes de las taxonomías, es precisamente el enlazado interno.
Es muy recomendable que la densidad de enlaces internos de tu blog sea lo más alta posible. Así repartirás la fuerza (o Google Juice), de tu proyecto por todos sitios, además mejorarás la indexabilidad de tu blog y por lo tanto, mejorarás el SEO global.
Pero cuidado, esto funciona con las urls que tienen alguna posibilidad de posicionar, si no es tontería.
Indexar las etiquetas por defecto tiene ese peligro, vas generando urls inútiles que van consumiendo la fuerza de sus enlaces entrantes a lo loco. Y como puedes imaginar no es bueno.
Sólo las etiquetas que puedan rankear deberían estar indexadas, el resto es mejor esconderlas.
¿Cómo lo ves? ¿Tiene sentido?
En el siguiente artículo te daré algunos consejos que considero importantes para indexar las etiquetas en WordPress o en cualquier CMS de forma “correcta” o por lo menos, “más optimizada”.
Por ahora, personalmente, cogería mi Yoast, o el plugin de gestión del SEO que tengas, y les pondrìa un <noindex> por defecto a las etiquetas de tu web.
Muchas gracias por leer, y ya sabes que si tienes cualquier duda o pregunta, soy todo oídos.
¡Fuerza y honor!
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