Cuando hablamos de las taxonomías de WordPress no hablamos de otra cosa que de cómo organizamos todo el contenido que vamos creando a lo largo del tiempo.
Elegir bien las categorías y las etiquetas es una de las tareas más delicadas a la hora de crear cualquier instalación.
Y sin embargo es uno de los aspectos más desconocidos y obviados.
Tener unas taxonomías de WordPress bien elegidas puede suponer una gran fuente de tráfico orgánico, pero no tenerlas bien configuradas puede ser causa de una penalización de Google.
Por lo tanto merece la pena sentarse, pensarlas y hacer las cosas bien.
Modificar las taxonomías a posteriori es como poco un coñazo y además es peligroso.
Así que si estás en ese punto, si estás preparando una web con WordPress, te invito a seguir leyendo y así evitar cometer errores futuros que lamentar.
Índice de contenidos:
Organizando el contenido dinámico.
Lo primero que hay que decir sobre ellas que son una herramienta destinada a el contenido dinámico.
Si lo que vas a montar es una web estática no vas a necesitarlas ya que no vas a tener contenido que organizar.
Recuerda el uso fundamental de las taxonomías de WordPress no es otro que el de organizar el contenido.
Y para ello tenemos dos tipos de clasificación básicas: las categorías y las etiquetas.
Pero antes de entrar en ellas me gustaría parar un momento para explicar por qué son importantes las taxonomías de WordPress.
Existen dos motivos principales:
Las taxonomías de WordPress mejoran el SEO.
Así es, las taxonomías de WordPress pueden ayudar al posicionamiento de tu proyecto emprendedor en los buscadores.
Aunque son un arma de doble filo, ya que también lo pueden perjudicar. 🙁
Las taxonomías de WordPress tienen más peligro que un mono con dos pistolas.
Cuando se habla de SEO, hablamos de algoritmos, de máquinas, de matemáticas…
Y es complejo… 🙁
Por lo que no profundizaré demasiado en el tema ya que el tema requeriría un artículo entero sólo para hablar del SEO en las taxonomías de WordPress.
Baste con unas pequeñas pinceladas sobre por qué es importante organizar el contenido dinámico para posicionar mejor:
- Las páginas generadas por las taxonomías no solo pueden ser indexadas como contenido aparte, sino que a menudo corresponde con las keywords más importantes que queremos posicionar.
- Al usar taxonomías de WordPress lo que conseguimos es ordenar nuestro contenido en niveles de profundidad lógicos, lo cual es algo que agradecen los motores de búsqueda, haciendo más fácil para las arañas de Google rastrear e indexar todo el contenido de la web. Recuerda que son por naturaleza vaguitas. 🙁
- Podemos usar una estructura de permalinks que nos favorezca ya que incluir las palabras claves en la url también ayuda.
En fin, que son un montón de factores por los que han de tener en cuenta las taxonomías de WordPress.
E insisto, tanto positivos como negativos.
Hay que tener cuidado…
El orden y la coherencia facilitan la usabilidad web.
Pero como no solo de Google vive el bloguero, hay que mencionar los beneficios que tienen las taxonomías de WordPress par las personas humanas como tú y como yo.
El tener el contenido ordenado dentro de una web facilita muy mucho la navegabilidad de la web por varias razones.
- Ayuda al visitante a saber donde se encuentra situado dentro de la web. Esto se puede hacer mediante la elección de los enlaces permanentes o mediante los famosos breadcrumbs.
- Podemos poner enlaces para que el visitante tenga acceso a todo el contenido que hemos creado sobre una materia concreta. Por ejemplo, podemos crear un menú con categorías o etiquetas y ponerlo donde queramos.
- Si mostramos a nuestros visitantes las categorías y /o las etiquetas es posible que si quieren saber más sobre ese tema vayan a visitarlas.
En definitiva, como a las máquinas a las personas por norma general nos gusta el orden. Estar perdido en una web suele traducirse en un abandono. Y unos de nuestros objetivos siempre debe ser que las personas se queden el máximo tiempo posible.
Taxonomías de WordPress: Categorías y etiquetas.
Pues entrando ya en faena convendría empezar a concretar y ver que en realidad los dos grandes grupos para ordenar el contenido que creamos son las categorías y las etiquetas.
Veamos cómo se utilizan:
Categorías: los grandes grupos de organización.
Al hablar de categorías estamos hablando de la organización más global en la que podemos ordenar nuestros artículos.
Están pensadas para agrupar todo lo referente a un tema general y son de gran importancia.
Por norma general las categorías deberían ser mutuamente excluyentes, y salvo contadas excepciones, solo se debería elegir una categoría por url (con la salvedad de subcategorías que a veces pueden ser interesantes).
Sin embargo no siempre está del todo claro qué keywords deberían ser consideradas como aspirantes a categorías.
Por ejemplo, supongamos que tenemos un blog de viajes. ¿Cómo deberíamos organizar el contenido? ¿Por tipo de viajeros? En familia, en pareja, con amigos,…, ¿Por destinos? Cádiz, Francia, Sudamérica,…, ¿Por tipo de viaje? De aventuras, de relax, lifestyle…
¿Ves? Hay veces que es terriblemente complicado. Y cuanto más general sea la temática de nuestro proyecto emprendedor mayor será la dificultad.
Un consejo en caso de que tengas dudas es analizar el volumen de búsquedas de para cada familia de keywords y ver cual es la que tiene mayor volumen de búsquedas en Google.
¡Esa será la opción ganadora! 🙂
Por cierto, para hacer esto se pueden usar herramientas gratuitas como “el buscador de palabras claves de Adwords” o “Google trends”, entre otras cientos de miles… 🙂
Resumiendo, las categorías nos sirven para organizar nuestro contenido desde el punto de vista más general.
Si por ejemplo tenemos una librería online unas buenas categorías podrían ser: novela, ensayo, cuento, poesía…
¿Se entiende la idea?
Para concretar más las taxonomías de WordPress nos ofrece otra fantástica herramienta de categorización: las etiquetas.
Etiquetas: ordenando lo concreto.
Las etiquetas son complementarias a las categorías dentro de las taxonomías de WordPress.
A diferencia de las primeras no tienen orden jerárquico y se pueden usar tantas como sea conveniente.
Además varios artículos de pertenecientes a varias categorías pueden estar asociadas a la misma etiqueta.
Siguiendo con el ejemplo anterior de la tienda de libros online. Podemos definir la etiqueta “aventuras” y evidentemente esa etiqueta podría ser compartida perfectamente por novelas, cuentos o lo que sea.
¡Ningún problema !
Y lo mismo pasarías con autores, editoriales, etc.
Como ves es un sistema de organización mucho más concreto pero que puede ser de tremenda utilidad por motivos de usabilidad.
Por ejemplo, puedes etiquetar los artículos más relevantes que tengas, (esos que de verdad hacen que se cumplan la “llamada a la acción” que tengas definida y etiquetarlos como “artículos destacados”. Luego coges esa etiqueta, la pones en la barra de navegación y listo. Tienes un acceso directo a tu mejor contenido fácilmente.
Conclusiones sobre las taxonomías de WordPress:
Tener todo el contenido ordenado es de esas tareas que pueden ser un poco aburridas y tediosas pero a las que se les puede sacar mucho jugo.
Puedes estar seguro de ello. 🙂 Aunque es muy complejo si se quiere hilar fino. 🙁
Así que hay que tener cuidado.
Yo para cuirarme en salud me gustaría compartir contigo algunos conceptos que considero que tienes que tener claro sobre este tema.
Cuidadín, cuidadín:
- No siempre es conveniente indexar las categorías y las etiquetas. Depende de muchos factores, como la frecuencia de actualización de tu proyecto online. Si es poca puedes caer en la trampa del contenido duplicado y no mola nada. Yo en muchísimos de mis proyectos acabo decidiendo desindexar las etiquetas. Por supuesto hay que estudiar la casuística de cada emprendedor, pero más vale prevenir.. 🙁
- No conviene abusar de etiquetas. Más etiquetas no significa ni mucho menos un mejor posicionamiento. Hace tiempo era una técnica muy usada, pero hoy en día está totalmente obsoleta, es ineficiente y además muy fea. Usa solo las etiquetas que tengan sentido para organizar tu contenido con criterio y/o que sea de utilidad a tus visitas.
- Siempre que se tengan indexadas las taxonomías de WordPress, hay que rellenar todas las metaetiquetas. Insisto, siempre. Todas.
- La tendencia lógica es empezar a crear etiquetas a diestro y siniestro. Cómo decía antes, hay que crear etiquetas, si, y sólo si, se van a publicar muchos artículos que sean susceptibles de ser etiquetadas bajo esa palabra clave. Si vas a crear etiquetas un pocos artículo tienes todas las papeletas de que acaben penalizándote. Grosso modo, si tienes dos etiquetas que compartan los mismo artículos, a ojos de Google serán dos urls que comparten el mismo contenido… 🙁 Not good!
- Tómate tu tiempo eligiendo bien las taxonomías de WordPress. Luego cambiarlas cuesta mucho, especialmente si tienes los permalinks de los artículos con la categoría o las etiquetas (tipo /%category%/%tag%/%postname%). Si es así y las modificas vas a hartarte de hacer redirecciones 301 y es algo que no mola nada. De hecho, si estás empezando y no tienes claro cual va a ser la organización definitiva te aconsejo que uses algo más sencillo y así te curas en salud (tipo /%postname%/ o como en mi web /blog/%postname%/
Usando las taxonomías en una tienda online.
Si lo que tienes es un Ecommerce (hecho con o sin Woocommerce) has de saber que todo lo que he comentado en este artículo es también válido.
¡Pero debes extremar las precauciones!
Hacer la arquitectura web de una tienda digital es complejo y ya hablaré más sobre el tema (si quieres, claro 😉 ) pero por norma general te aconsejo que es mejor pecar de precavido que de osado.
Indexa exclusivamente lo que sepas que debes indexar. Es lo mejor.
Si tienes dudas no merece la pena. Siempre hay tiempo de hacerlo de forma controlada y progresiva.
Y lo mismo ocurre con los foros como bbPress o las redes sociales como BuddyPress.
En estos casos se van a generar urls a punta de pala y hay que saber tenerlas controladas.
En resumen. Las taxonomías de WordPress son una forma muy interesante de darle sentido organizativo a tu blog o a tu ecommerce.
Si sabes usarlas te pueden dar bastante tráfico orgánico.
Pero si no es así yo te aconsejo que no las indexes y sólo las aproveches en términos de usabilidad de cara al comportamiento del visitante y el diseño de embudos de conversión.
Y nada más. Si tienes alguna duda o si no ha quedado algo claro ya sabes que no hay nada que me haga más feliz que un bonito comentario por tu parte. 🙂
Pero de todas formas, ¡Muchísimas gracias por leer!
Gran artículo Kiko, me ha ayudado muchísimo. Estaba dándole mil vueltas a cómo elegir las etiquetas y las categorías y no acababa de aclararme.
Un abrazo!!!!
¡Me alegra saber que te ha sido de ayuda! La verdad es que el tema de las taxonomías es un poco complejo, sobre todo al principio, cuando no se tiene muy claro qué contenido es el que se va a crear. Por eso yo casi siempre aconsejo no indexar nada hasta que se esté medianamente seguro. Especialmente, si decides meter la categoría en los enlaces permanentes. Precisamente he escrito un artículo en el que aconsejo no indexar las etiquetas. mientras que no se controle el tema.
¡Muchas gracias por comentar!